Seguimos con nuestros proyectos, pese a la grave crisis que vive Mali
- ecosmali

- hace 19 horas
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La situación política y de seguridad ha seguido deteriorándose en Mali, especialmente a partir de agosto de 2025. En junio, la junta militar prohibió la venta de carburantes en garrafas y bidones en las zonas rurales, con el objetivo de dificultar los movimientos de los grupos terroristas. Como respuesta, uno de estos grupos, afiliado a Al-Qaeda, comenzó a atacar los camiones cisterna que transportan hidrocarburos desde Senegal y Costa de Marfil.
Esto causó un desabastecimiento general de combustible, y con ello una grave crisis energética y alimentaria. Las acciones terroristas están generando también mucha inseguridad, que ya se extiende a todo el país, y no solo a las regiones del norte como sucedía el año pasado. En cierto momento, incluso, varios países aconsejaron a sus diplomáticos y ciudadanos abandonar Mali, aunque finalmente revirtieron la medida.
En las últimas semanas se ha observado cierta mejora en el abastecimiento. Sin embargo, la amenaza terrorista se mantiene, principalmente en las zonas auríferas, que son las más atacadas. Persiste la desconfianza entre los militares y una parte importante de la clase política, cuyos partidos políticos han sido suspendidos. Por otro lado, buena parte de la población está cada vez más descontenta con la presencia rusa y china.
Esta grave crisis ha afectado mucho a la actividad de las organizaciones humanitarias, y también, cómo no, a nuestros proyectos.
A pesar de las dificultades, el curso escolar 2025-26 ya está en marcha en la escuela de Kanso (fotos: limpieza del patio a principios de curso). Te contaremos más detalles en una siguiente noticia.
Un grupo de mujeres siguen trabajando en el huerto, aunque no conseguimos que se organicen de forma eficiente. Hemos limpiado el depósito de agua. Una de las bombas del pozo principal está averiada, aunque la otra permite todavía regar algunas parcelas y abastecer la escuela.
El tractor ha seguido usándose este año para labrar los terrenos antes del inicio de la temporada de lluvias, incrementando así la superficie cultivable de arroz, que ha sido de unas 40 hectáreas. Sin embargo, ha trabajado la mitad que el año anterior, debido a la falta de combustible y a la prohibición de su venta al por menor en las zonas rurales. Nos gustaría aprovechar el remolque durante la estación seca, adaptándolo al transporte de materiales desde Sikasso.
En cuanto al proyecto para la mecanización de la producción de karité, no ha habido actividad este año. Los árboles de karité no han dado frutos en Kanso.











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